A veces, el marketing y la publicidad son capaces de logros increíbles. El caso de Mutua Madrileña es uno de ellos, y un modelo de estrategia innovadora y continuada en el tiempo.
Hace apenas unos años, la Mutua Madrileña era casi desconocida fuera de Madrid. Ni siquiera era percibida como competencia de las grandes aseguradoras, sino como una mutualidad hermética, anticuada y centrada en los seguros de automóviles.
Cuando la Mutua Madrileña decidió crecer y expandirse, NCA le propuso una estrategia de patrocinio aparentemente descabellada para una compañía de seguros (¡de seguros de coches!): patrocinar un deporte de riesgo como la Fórmula 1. Y en concreto, que apostase por un piloto novato: un tal Fernando Alonso.
La jugada era arriesgada, pero no era ninguna locura. Alonso estaba empezando, pero ya había despuntado en categorías inferiores y comenzaba a despertarse una auténtica fiebre por la Fórmula 1. Las carreras se retransmitían en directo (llegaron a obtener un 56% de share) y era una gran oportunidad para que la Mutua se diera a conocer.
La estrategia de patrocinio incluía una campaña multimedia a nivel nacional y con adaptaciones regionales en las nuevas delegaciones, marketing directo, caravanas de promoción con azafatas, acciones de RRPP, banners y SEM.
Comenzamos con un spot que nos puso en 1ª línea (puedes ver el making of aquí), seguido de la expansión de la marca por las distintas CCAA con lonas gigantes, marquesinas, autobuses integrales, PLV corpóreos con la figura del piloto, pósters, folletos y un largo etcétera.
Durante varios años, Alonso protagonizó los spots y campañas de la compañía.
Los resultados fueron espectaculares: Mutua Madrileña expandió sus oficinas por todo el país, amplió su cartera de productos (hogar, salud, decesos, mutuactivos…) y se convirtió en una de las marcas más conocidas de España (del puesto 1.148 al 152) y en la más notoria de su sector.
Ah, y Fernando Alonso fue dos veces campeón del mundo de Fórmula 1, con el logo de la Mutua en su mono y en su bólido. Quizá también le trajimos suerte.
