En los últimos años, el teletrabajo se ha visto reforzado y fomentado por multitud de empresas. Pero algunas, todavía, eran muy reacias a él. Sin embargo, debido a la emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa del COVID-19, muchas personas se han visto forzadas a trabajar desde casa de un día para otro, sin el periodo de adaptación necesario.

Con el objetivo de echaros una mano y evitar agobios y problemas innecesarios, a continuación, os damos algunos consejos sobre lo que se debe y no se debe hacer si nos ha tocado llevarnos la oficina a casa.

Cosas que debemos hacer

  1. Tener una rutina. Es muy importante tener unos hábitos similares a los que teníamos cuando nos preparábamos para ir a trabajar fuera de casa. Por ejemplo, después de apagar la alarma puedes hacer la cama, ducharte, vestirte con tu ropa habitual y desayunar. Así conseguirás activarte. Además, al no tener que trasladarte a la oficina, podrás dedicarle más tiempo a dormir, darte una ducha larga o prepararte un desayuno digno de publicarse en Instagram.
  2. Crear un espacio de trabajo. Se debe elegir un lugar óptimo para trabajar, que sea cómodo pero que no esté vinculado al ocio o al descanso y que sea tranquilo, alejado de cualquier tipo de distracciones: niños jugando, televisión o radio encendida, otras personas de tu familia que también tengan que teletrabajar… Si no tienes mucho espacio y tu nueva oficina tiene que ser el salón, procura recogerlo todo el fin de semana para desconectar debidamente.
  3. Planificar tu día laboral. Antes de entrar en materia, merece la pena dedicar unos minutos a decidir qué actividades se tienen que realizar cada día para saber por dónde comenzar y cuándo dejar de trabajar. Asimismo, es esencial tomarse pequeños descansos a lo largo de la jornada para mantenernos centrados en nuestra labor y evitar distracciones innecesarias como coger el móvil o ir a la cocina en exceso.
  4. Realizar reuniones rutinarias. Estas reuniones pueden ser vía Skype, Hangouts o mediante otras plataformas como WhatsApp. Esto, además de servir seguimiento y coordinación del trabajo, es una vía para seguir manteniendo relaciones sociales con tus compañeros, lo cual es muy necesario: al fin y al cabo, somos seres sociales y aunque no podamos salir de casa necesitamos relacionarnos con otras personas.

Cosas que no se deben hacer

  1. No quitarse el pijama. Cambiarse de ropa y asearse ayuda al cuerpo a preparase para una nueva actividad. Si trabajamos con la misma ropa con la que nos vamos a dormir, por muy cómoda que sea, nuestra productividad disminuirá. Y, además, ¿eso no quedaba relegado para los domingos? Por lo menos de cintura para arriba, debemos esforzarnos un poco, por si necesitamos hacer una videoconferencia, aparentar profesionalidad.
  2. Comer en exceso. Al estar en casa, ir a la cocina a ojear armarios y nevera es una tentación que a veces cuesta evitar. Debemos intentar no hacerlo, más que por el riesgo de coger unos kilos de más, porque nos desconcentrará significativamente.
  3. Realizar las tareas de la casa. Hay que evitar barrer, poner lavadoras, cocinar y otras labores del hogar mientras teletrabajamos. Creemos que somos capaces de hacer varias cosas a la vez, pero en realidad es más bien una gran distracción, por lo que deberíamos hacerlo antes o después de la jornada laboral.
  4. No tener horarios fijos. Es aconsejable trabajar en el horario que tenemos estipulado en el contrato. No empieces más tarde porque te dé pereza madrugar ni dejes que el trabajo ocupe todo tu día. Hay que saber cuándo empezar y cuándo parar.

En NCA llevamos teletrabajando más de una semana. Aunque algunos de nosotros ya nos habíamos sumado a esta opción puntualmente, es la primera vez que tenemos que trabajar a distancia todos al mismo tiempo. Sin embargo, nos hemos adaptado a las nuevas circunstancias y seguimos esforzándonos para seguir dándolo todo desde nuestras casas. Hablamos con nuestros clientes, hacemos videoconferencias con posibles nuevos clientes y reuniones internas de estrategia y creatividad para sacar el trabajo adelante como si estuviésemos todos en Serrano. Poniendo todos un poco de nuestra parte ¡es posible!

Recuerda: está en nuestras manos parar la curva y superar el coronavirus lo antes posible.