Una de las actividades más en boga en los últimos tiempos es el mentoring, pero no todos lo que la practican saben que se originó hace milenios, en la Grecia Antigua. Se debe a un personaje que aparece en la Odisea de Homero, llamado “Mentor” y cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de alguien que guía y orienta a otro, en el sentido de un consejero sabio o tutor. Este es el relato de los hechos:

El guerrero griego Odiseo (Ulises, para los romanos), rey de Ítaca, no tuvo más remedio que unirse al ejército griego y acudir a la guerra de Troya. Como tenía un hijo muy pequeño, Telémaco, le confió su cuidado y educación a su amigo de más confianza, Mentor. La guerra se alargó durante diez años (la Iliada) y, además, Odiseo tardó otros diez años en regresar a su hogar (la Odisea), lo que provocó que Telémaco decidiera emprender su búsqueda. En su aventura, fue acompañado y guiado por Mentor, quien actuó no como maestro, sino como consejero y apoyo moral, encarnando la figura de lo que hoy llamamos “mentor

Este episodio mitológico no solo sirve para explicar el origen del término, sino que también destaca una de las funciones más importantes del mentoring en la actualidad: proporcionar orientación y apoyo en momentos cruciales de desarrollo personal y profesional. Al igual que Mentor ayudó a Telémaco a navegar por los desafíos que encontraba en su camino, los mentores de hoy en día ayudan a sus pupilos (mentees) a afrontar los retos y decisiones que se presentan en sus carreras.

Diferencias entre mentoring y otras prácticas

Es importante no confundir el mentoring con otras prácticas como el coaching o la consultoría. Mientras que un coach se enfoca en mejorar habilidades específicas a través de la motivación y el seguimiento de metas a corto plazo, el mentor se centra en el desarrollo integral del mentee, brindando un acompañamiento a largo plazo que abarca aspectos tanto profesionales como personales.

A diferencia de la consultoría, en la que se busca asesorar sobre un problema concreto y proporcionar soluciones específicas, el mentoring es un proceso más bidireccional; el mentor ofrece orientación basada en su experiencia y conocimiento, pero al mismo tiempo aprende de su mentee, es una relación de intercambio mutuo.

Tipos de mentoring

Existen diferentes modalidades de mentoring, dependiendo del contexto y las necesidades del mentee. En su forma más tradicional, el mentoring es individual y formal, donde un mentor con experiencia guía a un mentee más joven o inexperto en su carrera profesional. Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevos enfoques, como la mentoría inversa, en la que los roles se invierten, y un profesional más joven asesora a uno de mayor edad en áreas donde tiene más conocimiento, como las nuevas tecnologías o tendencias digitales.

También existen programas de mentoring grupales, donde un mentor guía a varios mentees simultáneamente, promoviendo el intercambio de ideas y experiencias entre los participantes.

Beneficios del mentoring

Los beneficios del mentoring son innumerables tanto para el mentor como para el mentee. Para el mentee, contar con la guía de alguien experimentado le ayuda a:

  • Adquirir una visión más clara de su futuro profesional.
  • Mejorar sus habilidades interpersonales, su confianza y su capacidad para tomar decisiones.

Para el mentor, el proceso también resulta enriquecedor, ya que le permite:

  • Reflexionar sobre su propia trayectoria.
  • Consolidar sus conocimientos.
  • Redescubrir su pasión por su trabajo a través de la enseñanza.

Además, el mentoring contribuye al crecimiento organizacional, ya que favorece la retención de talento, mejora el clima laboral y promueve una cultura de aprendizaje continuo dentro de las empresas.

El futuro del mentoring

Con la digitalización y el auge del trabajo remoto, el mentoring también ha evolucionado. Ahora es común que la mentoría se realice a través de plataformas virtuales, permitiendo que mentores y mentees puedan conectarse desde cualquier parte del mundo. Estas plataformas han democratizado el acceso al mentoring y logrado que más personas puedan beneficiarse de esta práctica.

De cara al futuro, se espera que el mentoring siga desempeñando un papel clave en el desarrollo profesional y personal de las personas. Aunque la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas ya están siendo utilizadas para complementar el trabajo de los mentores, (por ejemplo, ofreciendo análisis de datos y personalización en los programas) la relación humana siempre será el corazón de este proceso tan enriquecedor. El mismo que inspiró Odiseo, en el siglo XII antes de Cristo, encomendando la formación de su hijo Telémaco a su gran amigo Mentor.

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Alejandro Navío

Socio Fundador y CEO de NCA Smart