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Embajador de marca: ¿para qué sirve y cómo impulsa a las empresas?
¿Qué es un embajador de marca? En el dinámico mundo del marketing moderno, la figura del embajador de marca ha emergido como un elemento crucial para el éxito de cualquier empresa. Lejos de ser una simple herramienta de promoción, el embajador de marca actúa como un puente que conecta la empresa con sus consumidores, transmitiendo los valores y la esencia de la marca de manera auténtica y confiable. Su labor se extiende a diferentes ámbitos, desde la promoción de productos y la creación de contenido atractivo hasta la recopilación de información valiosa sobre las experiencias de los usuarios. Un embajador de marca es una persona que representa y promueve una marca, actuando como un enlace vital entre la empresa y sus consumidores. Su influencia puede impactar significativamente la percepción de la marca, ya que su voz se percibe como auténtica y cercana a la audiencia. Este rol no se limita a un solo perfil, puede ser un empleado apasionado por la marca, un cliente satisfecho que comparte su experiencia positiva o una figura pública reconocida que se identifica con los valores de la empresa. Tipos de embajadores de marca Existen dos tipos de embajadores: Embajadores internos: son aquellos que forman parte de la empresa y que poseen un conocimiento profundo de la marca. Su pasión y experiencia directa les permite comunicar un mensaje creíble, no solo dentro de la organización, sino también en su círculo social y profesional. Embajadores externos: son figuras reconocidas fuera de la empresa, como influencers, celebridades o líderes de opinión. Su popularidad y credibilidad les permite a las marcas alcanzar una audiencia más amplia y diversa. Funciones de un embajador de marca Las funciones de un embajador de marca abarcan varios aspectos clave para el fortalecimiento y crecimiento de la empresa. En primer lugar, los embajadores promueven productos y servicios al utilizar su voz y sus plataformas para aumentar la visibilidad de la oferta empresarial. A través de reseñas, experiencias personales y recomendaciones, generan interés y confianza en los productos. Además, contribuyen a la construcción de confianza, ya que, al ser percibidos como figuras auténticas y respetadas, influyen positivamente en la percepción pública de la marca, aumentando la seguridad de los consumidores a la hora de efectuar una compra. También ayudan a expandir la visibilidad de la marca, aprovechando diversas plataformas y entornos para llegar a una audiencia más amplia y diversa. Las redes sociales son otra herramienta esencial en su labor. Mediante la publicación de contenido relevante en Instagram, Twitter o Facebook, logran captar la atención de sus seguidores y de la comunidad en general. Asimismo, su participación en eventos, ferias y promociones en vivo amplifica la presencia de la marca y permite la interacción directa con consumidores potenciales, fortaleciendo el vínculo con la empresa. La creación de contenido es otro aspecto fundamental de su función. Los embajadores producen contenido atractivo y educativo que no solo promociona la marca, sino que también aporta valor a la audiencia. A través de blogs, redes sociales, videos demostrativos y webinars, ayudan a educar al consumidor sobre los productos. Por último, los embajadores actúan como un canal de retroalimentación e innovación, conectando la empresa con los consumidores y recopilando información sobre sus experiencias de uso. Esta retroalimentación es clave para identificar áreas de mejora y explorar nuevas oportunidades de innovación. Beneficios de contar con un embajador de marca Los principales beneficios de tener un embajador de marca son: Diferenciación de la competencia: en un mercado saturado, la asociación con una imagen reconocible y respetada permite a la marca destacarse y posicionarse firmemente en la mente de los consumidores. Credibilidad aumentada: las recomendaciones provenientes de personas que los consumidores admiran o respetan generan un nivel de confianza superior a la publicidad convencional, elevando la credibilidad y autenticidad de la marca. Mayor engagement con la audiencia: los embajadores establecen una conexión emocional con su público que permite a los mensajes de la marca resonar de manera más efectiva, estimulando la atención y la identificación con los valores que representa. Fomento de la lealtad: el compromiso y la autenticidad que transmiten los embajadores cultivan la lealtad entre los consumidores, creando relaciones a largo plazo con la empresa. Incremento en las ventas: las recomendaciones efectivas de los embajadores se traducen en un aumento en las tasas de conversión y, por ende, en las ventas globales de la empresa. Mejora de la imagen de la marca: al encarnar los valores y la misión de la marca, los embajadores contribuyen a la creación de una imagen positiva en el mercado, atrayendo nuevos clientes y socios comerciales potenciales. Encontrar al embajador de marca adecuado Para asegurar el éxito de la estrategia, la selección del embajador de marca es crucial. Se debe identificar a una persona que comparta los valores y la misión de la empresa, considerando aspectos como: Autenticidad: es fundamental que la persona sea genuina y tenga una conexión real con la marca. Reputación: se debe evaluar su imagen pública y cómo esta puede afectar la percepción de la empresa. Influencia: es importante que tenga la capacidad de influir en su audiencia, ya sea a través de redes sociales, eventos o interacciones personales. Conocimiento profundo de la marca: el embajador debe ser capaz de comunicar con seguridad y entusiasmo, ofreciendo contenido valioso y auténtico. Para ello, la empresa puede brindar formación continua y acceso a productos para que el embajador pueda evaluar su calidad y efectividad. Audiencia coincidente: es esencial que la audiencia del embajador se alinee con el público objetivo de la marca. Se debe analizar la demografía de su audiencia, sus intereses y pasiones, para asegurar una buena coincidencia. La construcción de una buena relación entre la marca y el embajador, basada en la comunicación abierta, la asesoría y el apoyo, es fundamental para una colaboración efectiva y comprometedora. La motivación del embajador se mantiene a través de incentivos, compensaciones y reconocimiento público. Estrategias para seleccionar al embajador de marca Para seleccionar a un embajador de marca adecuado, es fundamental asegurarse de
Las lecciones de marketing de Lee Iacocca
Lee Iacocca es reconocido no solo como el «primer rockstar» de la industria automotriz, sino como una leyenda del liderazgo empresarial. Su visión de la gestión y comunicación corporativa sigue siendo una referencia que ilumina a líderes de todo tipo de industrias. Iacocca no solo lideró equipos, sino que transformó la industria automotriz desde sus cimientos, dejando a su paso enseñanzas y productos emblemáticos como el Ford Mustang y el Chrysler Voyager. Su estilo único y su habilidad para conectar con el público marcaron una época y redefinieron el rol de los líderes en las grandes empresas. Una de sus reflexiones más destacadas para quienes lideran organizaciones hoy es su cambio de enfoque en cuanto a la comunicación. Según explicó, dedicó muchos años al trabajo operativo, invirtiendo hasta el 90% de su tiempo en estos aspectos técnicos. Sin embargo, tras comprender el poder de la comunicación en su impacto personal y en su organización, Iacocca decidió invertir esa proporción, dedicando ahora el 90% de su tiempo a comunicar y solo el 10% a las tareas operativas. Esta decisión no solo cambió su estilo de liderazgo, sino que impulsó una mayor cohesión y claridad en sus equipos, alineándolos con los objetivos corporativos y fortaleciendo la visión compartida. Su etapa como presidente de Ford fue solo el inicio de su legado, pero su mayor hazaña vino al tomar las riendas de Chrysler en un momento de profunda crisis. La empresa estaba al borde de la bancarrota, y su liderazgo no solo revirtió su destino, sino que la convirtió en un símbolo de resiliencia. A través de su audaz campaña para el modelo K-Car, Iacocca se dirigió directamente a los clientes en televisión y otros medios. Su famosa frase, “If you can find a better car, buy it” (Si encuentra un coche mejor, cómprelo), no solo fue un mensaje de confianza, sino una demostración de transparencia y responsabilidad hacia los consumidores. Este enfoque cercano y directo en sus campañas fue, para muchos, una auténtica revolución en la industria publicitaria y un ejemplo de cómo un líder puede (y debe) representar personalmente los valores y el compromiso de su empresa. La lección aquí es clara: la autenticidad y la cercanía de un líder no solo inspiran a los empleados, sino que también pueden transformar la percepción pública de la marca y fortalecer la confianza de los clientes. Así, Iacocca nos deja una reflexión profunda: ¿estamos los líderes de hoy dispuestos a asumir el papel de representantes visibles de nuestras empresas? ¿Seríamos capaces de protagonizar un anuncio que refleje nuestras promesas al mercado con la misma autenticidad y seguridad? La pregunta está abierta para quienes quieran hacer de su liderazgo un modelo de inspiración y compromiso.
¿Qué es el marketing de contenidos y por qué es importante?
¿Por qué el marketing de contenidos es clave para tu estrategia? El marketing de contenidos consiste en crear y compartir información que de verdad le interese a la gente. El objetivo no es vender sin más, sino enganchar a un público concreto, generar confianza y mantener una relación a largo plazo. Con contenido útil y educativo, las empresas se posicionan como referentes en su sector. La clave no es intentar vender a toda costa, sino ayudar a los clientes y aportarles información valiosa. El marketing de contenidos se trata de crear y compartir contenido interesante y útil. La idea es atraer a un público específico, generar confianza y construir relaciones a largo plazo. En vez de solo intentar vender, se busca ofrecer valor y soluciones a las necesidades de la audiencia. Al hacer esto, las empresas se posicionan como líderes en su sector Definición de marketing de contenidos El marketing de contenidos es una técnica que se centra en la creación y distribución de contenido relevante y de valor para un público objetivo. El objetivo es generar confianza y fidelizar al cliente. Nuestro objetivo es crear y compartir material informativo que tenga un impacto positivo en la audiencia. Este contenido puede ser muy variado: artículos de blog, vídeos, infografías, podcasts, etc. El objetivo principal es atraer al público objetivo ofreciéndole información útil que le ayude a resolver sus problemas o satisfacer sus necesidades. El marketing de contenidos no busca vender directamente, sino posicionar a la empresa como un referente en su sector. Al ofrecer contenido de calidad de manera constante, se crea una relación cercana con la audiencia, lo que fomenta la confianza y la lealtad hacia la marca. Atraer tráfico calificado: ofrecer contenido relevante que atraiga a visitantes realmente interesados y aumente la visibilidad online. Generar leads: captar información de contacto de los usuarios a través de contenido de valor añadido, como ebooks o webinars. Convertir ventas: utilizar contenido educativo y persuasivo que ayude a los potenciales clientes a tomar decisiones de compra informadas. Fidelizar clientes: ofrecer contenido que siga aportando valor después de la compra, promoviendo una relación duradera con los consumidores. Mejorar el SEO: optimizar el contenido para los motores de búsqueda, garantizando una mayor visibilidad y un mejor posicionamiento en los resultados de búsqueda. Estos objetivos no solo ayudan a que la empresa crezca, sino que también contribuyen a crear una comunidad comprometida alrededor de la marca. Metodología inbound y marketing de contenidos La metodología inbound se complementa perfectamente con el marketing de contenidos. Se trata de establecer una relación duradera con el consumidor. Este modelo se divide en varias etapas: atraer, convertir, vender y encantar a los usuarios a través de estrategias centradas en el valor. 1. Atraer La fase de atracción es crucial, ya que es el primer contacto del público con el contenido de la marca. Se utilizan metodologías específicas para lograrlo. La optimización para motores de búsqueda (SEO) es fundamental para atraer tráfico web. Al crear contenido optimizado, se mejora la visibilidad en los resultados de búsqueda, llegando a la audiencia adecuada. Es importante incluir palabras clave relevantes y optimizar los títulos y las meta descripciones. La estructura del contenido también influye, por lo que se deben usar encabezados y enlaces internos. Las redes sociales son una herramienta muy poderosa para atraer audiencia. Compartir contenido de calidad en plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y LinkedIn permite llegar a un público más amplio. La interacción en estas redes no solo atrae a los visitantes, sino que también fomenta el engagement a través de comentarios y compartidos, fortaleciendo la presencia de la marca en el mundo digital. 2. Convertir La siguiente etapa se centra en convertir a los visitantes en leads, algo fundamental para el éxito de cualquier estrategia de marketing de contenidos. Esto significa establecer un proceso eficaz que motive a los usuarios a proporcionar su información de contacto. Se puede lograr ofreciendo contenido de valor a cambio de la información del usuario, como su correo electrónico o nombre. Ebooks, white papers o webinars son muy efectivos en esta etapa. La clave está en presentar estos recursos como soluciones a los problemas o inquietudes de la audiencia. Los formularios y las landing pages son herramientas cruciales en el proceso de conversión. Una landing page bien diseñada debe centrarse en un solo objetivo: captar la información del visitante. Los formularios deben ser sencillos y atractivos para que los usuarios se registren o descarguen contenido fácilmente, aumentando las posibilidades de conversión. 3. Vender Una vez que se han convertido los visitantes en leads, el siguiente paso es realizar la venta. En esta fase, el contenido educativo y relevante puede influir mucho en la decisión del consumidor. Contenido educativo: proporcionar contenido educativo permite a los leads comprender cómo los productos o servicios pueden resolver sus problemas. Artículos, guías y tutoriales son herramientas eficaces en esta fase, ya que ayudan a los leads a tomar decisiones informadas. La educación genera confianza en la marca y puede facilitar el proceso de compra. Casos de éxito: los casos de éxito son ejemplos reales del impacto positivo que un producto o servicio tiene en sus clientes. Compartir testimonios y estudios de caso no solo sirve para validar la oferta de la empresa, sino que también proporciona a los leads una visión clara de las soluciones disponibles y cómo han beneficiado a otros usuarios. 4. Encantar Por último, la fase de encantamiento se centra en mantener una relación continua con los clientes después de la compra. No se trata solo de vender, sino de cultivar una lealtad duradera. Marketing por correo electrónico: el email marketing es una forma efectiva de seguir en contacto con los clientes. Se puede ofrecer contenido útil, promociones exclusivas o actualizaciones de productos que mantengan a la audiencia interesada. La segmentación de listas permite enviar mensajes más personalizados, lo que aumenta la relevancia del contenido. Contenido de seguimiento: el contenido de seguimiento, como las encuestas de satisfacción o los tutoriales sobre el uso de los productos,
¿Qué es la gestión de talento y por qué es clave para tu empresa?
¿Qué entendemos por gestión del talento? En el panorama empresarial actual, marcado por la constante evolución y la feroz competencia, la gestión del talento se ha convertido en un factor crucial para el éxito de cualquier organización. Ya no se trata solo de atraer a los mejores profesionales, sino de crear un entorno donde puedan desarrollar todo su potencial, sentirse valorados y contribuir al crecimiento sostenible de la empresa. Lejos de limitarse a las tareas administrativas tradicionales de recursos humanos, la gestión del talento «se refiere a un enfoque estratégico para atraer, desarrollar y retener a los empleados clave en una organización». Se trata de un proceso integral que abarca desde la identificación de las necesidades de la empresa hasta la creación de un clima laboral que fomente el crecimiento profesional y personal de los empleados. Gestión de talento VS Gestión de recursos humanos Aunque a menudo se usan indistintamente, es fundamental comprender las diferencias clave entre gestión del talento y gestión de recursos humanos. Mientras que la gestión de recursos humanos se centra en las funciones administrativas y operativas como la contratación, la nómina y el cumplimiento de las leyes laborales, la gestión del talento va un paso más allá. Se enfoca en: El potencial de los empleados: no se trata solo de cubrir vacantes, sino de identificar a aquellos individuos con un alto potencial de desarrollo que puedan convertirse en piezas clave para el futuro de la empresa. La alineación con los objetivos estratégicos: las estrategias de gestión del talento deben estar estrechamente vinculadas a la visión y misión de la empresa, asegurando que las habilidades y competencias de los empleados contribuyan directamente al logro de los objetivos empresariales. El desarrollo profesional continuo: la gestión del talento promueve una cultura de aprendizaje constante, ofreciendo a los empleados oportunidades de formación y desarrollo que les permitan crecer profesionalmente y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral. La retención del talento: atraer talento es importante, pero retenerlo es aún más crucial. La gestión del talento se centra en crear un entorno de trabajo positivo, ofrecer planes de carrera atractivos y oportunidades de crecimiento que motiven a los empleados a permanecer en la empresa a largo plazo. Etapas clave en el proceso de gestión del talento El proceso de gestión del talento es un ciclo continuo que se compone de las siguientes etapas: 1. Reclutamiento y selección: en busca del candidato ideal El punto de partida para una gestión del talento exitosa es la selección de los candidatos adecuados. Esto no implica solo encontrar personas con las habilidades técnicas necesarias, sino también identificar a aquellos que encajen con la cultura de la empresa y compartan sus valores. El proceso de reclutamiento y selección debe ser riguroso, objetivo y transparente, y debe incluir: Análisis de la plantilla actual: un análisis profundo de las competencias disponibles, las brechas de habilidades y las áreas que requieren refuerzo permite establecer un perfil claro de los candidatos ideales. Estrategias de reclutamiento adaptadas: la elección de las fuentes de reclutamiento debe estar alineada con los objetivos de la empresa y el perfil del candidato que se busca. Utilizar una combinación de portales de empleo especializados, redes sociales profesionales, contacto con universidades y programas de referidos internos amplía las posibilidades de encontrar al candidato adecuado. Un proceso de selección riguroso: el proceso de selección debe ir más allá de la simple revisión de currículums. Incluir entrevistas para evaluar habilidades y cultura organizativa, pruebas de competencias relevantes al puesto y entrevistas finales con los líderes del equipo garantiza la elección del candidato más adecuado. 2. Onboarding: integrar para retener Una vez seleccionado al candidato, el proceso de onboarding juega un papel fundamental en su integración a la empresa. Un onboarding efectivo no se limita a la firma de contratos y la entrega de manuales. Debe ser una experiencia positiva que facilite la adaptación del nuevo empleado a su entorno de trabajo, a la cultura de la empresa y a sus responsabilidades. El onboarding debe extenderse durante varios meses, incluyendo actividades que presenten al nuevo empleado la organización, sus funciones, sus compañeros de trabajo y los recursos a su disposición. Asignar un mentor al nuevo empleado puede marcar la diferencia en su proceso de integración. El mentor actúa como guía y consejero, facilitando la adaptación, resolviendo dudas y brindando apoyo continuo al nuevo empleado. 3. Desarrollo profesional: cultivando el talento interno La gestión del talento implica un compromiso constante con el desarrollo profesional de los empleados. Invertir en su formación no solo mejora sus habilidades y competencias, sino que también aumenta su motivación, su compromiso con la empresa y su empleabilidad a largo plazo. Programas de formación a medida: los programas de formación deben estar diseñados en función de las necesidades del negocio y los intereses de los empleados. Ofrecer una combinación de talleres prácticos, formación en habilidades blandas, acceso a cursos online y certificaciones profesionales permite a los empleados adquirir nuevas habilidades y ampliar sus conocimientos. Planes de carrera personalizados: un plan de carrera es una hoja de ruta que permite al empleado visualizar su posible trayectoria dentro de la empresa. Diseñar planes de carrera individualizados, que tengan en cuenta las aspiraciones y los objetivos del empleado, aumenta su motivación y su compromiso con la empresa. Cultura de aprendizaje continuo: fomentar una cultura donde el aprendizaje se considera un proceso constante es fundamental para el éxito a largo plazo de cualquier organización. Las empresas deben promover la curiosidad, la iniciativa personal y la búsqueda constante de nuevos conocimientos, creando un ambiente que recompense la mejora continua. 4. Evaluación del desempeño: un proceso transparente y constructivo La evaluación del desempeño es una herramienta esencial en la gestión del talento, ya que permite hacer un seguimiento del progreso de los empleados, identificar áreas de mejora y reconocer sus logros. Para que la evaluación del desempeño sea efectiva, debe ser: Transparente y objetiva: los empleados deben comprender los criterios que se utilizarán para evaluar su rendimiento, y estos criterios deben ser
¿Qué es el marketing gastronómico y para qué sirve en la restauración?
¿Qué es el marketing gastronómico? El marketing gastronómico va más allá de simplemente promocionar comida. Se trata de crear experiencias culinarias memorables que cautiven a los clientes y los conviertan en comensales fieles. En un mercado tan competitivo como el de la restauración, donde las opciones son abundantes, el marketing gastronómico se convierte en un factor decisivo para el éxito. El marketing gastronómico se define como un conjunto de acciones y estrategias diseñadas para atraer, satisfacer y fidelizar a los clientes dentro del mundo culinario. Se trata de comprender profundamente los deseos y necesidades del consumidor, integrando elementos como la calidad del producto, el servicio al cliente y la experiencia general en el establecimiento. Objetivos del marketing gastronómico El objetivo principal es maximizar la satisfacción del cliente y asegurar su lealtad a largo plazo a través de propuestas culinarias únicas. Esto se traduce en: Atraer nuevos clientes: generando interés en la oferta gastronómica y despertando la curiosidad por nuevas experiencias. Fidelizar a los existentes: ofreciendo una experiencia que supere las expectativas y fomente el deseo de regresar. Diferenciarse de la competencia: destacando los aspectos únicos que caracterizan la propuesta del restaurante y la hacen especial. Generar un boca a boca positivo: convirtiendo a los clientes satisfechos en embajadores de la marca que recomienden el restaurante a sus conocidos. Importancia en la industria gastronómica En un mercado saturado de opciones, la capacidad de un restaurante para comunicar su propuesta de valor se vuelve crucial. Aquí es donde el marketing gastronómico juega un papel fundamental: Construye una imagen de marca sólida: una marca fuerte es fundamental para atraer y mantener clientes, y el marketing efectivo es clave para lograrlo. Eleva la experiencia del cliente: la atención al detalle en la experiencia gastronómica, impulsada por estrategias de marketing que priorizan la satisfacción del cliente, crea momentos memorables que se traducen en fidelidad. Impulsa las ventas: atrayendo nuevos clientes y motivando a los existentes a volver, los esfuerzos de marketing bien dirigidos pueden resultar en un incremento sustancial en las ventas. Facilita la adaptación a los cambios del mercado: permite a los restaurantes reaccionar rápidamente a las tendencias emergentes y a los cambios en las preferencias de los consumidores, asegurando su relevancia en el tiempo. Pilares fundamentales del marketing gastronómico El éxito del marketing gastronómico se basa en tres pilares fundamentales: Diferenciación: en un mercado saturado, es esencial que un restaurante se destaque. Esto implica definir qué hace único al establecimiento, ya sea el uso de ingredientes locales y de temporada, técnicas culinarias innovadoras o la presentación de los platos, y comunicarlo efectivamente al público objetivo. Algunos ejemplos incluyen restaurantes con menús de degustación y maridaje, propuestas gastronómicas que fusionan culturas culinarias o la creación de ambientes temáticos que complementen la oferta culinaria. Innovación: la constante evolución de las ofertas y procesos permite a los restaurantes mantenerse relevantes y apasionantes para sus clientes. Esto va más allá de la creación de nuevos platos; abarca la renovación del menú, la presentación de los platos e incluso la adaptación a nuevas tendencias como la comida vegetariana, vegana o sostenible. Atención personalizada: conocer y anticiparse a las necesidades de los clientes no solo mejora su experiencia, sino que también crea una conexión emocional que puede traducirse en lealtad a largo plazo. Se trata de ir más allá de recordar nombres, prestando atención a las preferencias, alergias o detalles de visitas anteriores. Ejemplos de esto: ofrecer recomendaciones personalizadas, celebrar ocasiones especiales o implementar programas de fidelización. Estrategias de marketing gastronómico 1. Marketing offline Aunque el marketing digital ha cobrado gran importancia, las estrategias tradicionales siguen siendo efectivas y complementarias: Publicidad tradicional: los medios como la prensa escrita, la radio y la televisión siguen siendo relevantes para llegar a un público amplio. Anuncios en revistas gastronómicas, cuñas de radio locales y publicidades televisivas que muestren la propuesta única del restaurante son algunas opciones. La clave está en elegir estratégicamente el medio y el mensaje en función del público objetivo. Eventos y promociones: organizar eventos especiales como catas de vino, noches temáticas o talleres de cocina, así como ofrecer menús especiales por festividades, promociones en horarios específicos o participar en ferias gastronómicas son excelentes maneras de atraer nuevos clientes y fidelizar a los existentes. 2. Marketing online En la era digital, el marketing online se ha vuelto indispensable para alcanzar un público más amplio y específico: Contenido de calidad: generar contenido relevante y atractivo en el sitio web y las redes sociales del restaurante es crucial para captar la atención de los usuarios. Publicar recetas exclusivas, compartir historias sobre la procedencia de los ingredientes, utilizar imágenes de alta calidad y videos que muestren la preparación de los platos son algunas estrategias para crear un vínculo emocional con la marca. Email marketing: mantener a los clientes informados sobre novedades, promociones y eventos especiales a través de boletines periódicos es una excelente forma de mantener viva la relación. Es importante enviar contenido de valor que invite a la acción, como noticias sobre nuevos platos, promociones exclusivas o invitaciones a eventos. SEO (Search Engine Optimization): asegurar que el sitio web del restaurante aparezca en los primeros resultados de búsqueda cuando los usuarios buscan opciones gastronómicas es fundamental. Esto implica optimizar el contenido del sitio web con palabras clave relevantes, crear descripciones atractivas de los menús y asegurar que el sitio web sea responsive y cargue rápidamente. Gestión de la marca gastronómica La gestión de la marca es crucial para conectar con el público objetivo, construir una identidad sólida y mantener una buena reputación: Construcción de una marca sólida. Definir claramente los valores, la personalidad y lo que representa el restaurante son pasos esenciales para crear una marca sólida que genere reconocimiento y lealtad. Los elementos clave que definen una marca incluyen el logotipo, los colores corporativos, la tipografía y los valores que se quieren transmitir. Mantener la coherencia en la comunicación de la marca a través de todos los canales, desde la decoración del local hasta la presencia en redes sociales, refuerza la
Los misteriosos tamaños de los banners: ¿la obra de un genio… o de un psicópata?
La curiosa y caótica historia detrás de los tamaños de los banners publicitarios Seamos sinceros: los tamaños de los banners publicitarios parecen haber sido concebidos por un cerebro maquiavélico que, tras unas copas de más, decidió que la única forma de dominar el mundo digital era confundir a diseñadores, anunciantes y usuarios por igual. Probablemente sea un tipo con una infancia traumática, una mente retorcida y una personalidad a medio camino entre Jeffrey Dahmer y el Jack Nicholson de El resplandor. ¿Por qué otro motivo, si no, tendríamos cosas como el 728×90 píxeles (el caprichoso “Leaderboard”), el escuálido 120×600 o el rebuscado 336×280? Por el amor de Dios, ¿no podían emplear números redondos? A veces uno piensa que los fundadores de la publicidad online decidieron llevar el caos y la confusión como bandera. Y lo han logrado con creces. Pero tranqui, querido lector. Vamos a intentar llegar a la raíz de todo esto. Remontémonos a los oscuros años 90, cuando el director creativo Joe McCambley y la agencia digital Modem Media desataron el primer banner de la historia. Era el año 1994, y lo que McCambley lanzó fue un anuncio de la mismísima AT&T en la revista online HotWired, que cambiaría para siempre la forma en vemos la publicidad en Internet. Ahí estaba: medía 476×57 píxeles, y si te preguntas el porqué de ese tamaño, fue una elección bastante pragmática: querían una larga tira que ocupara el ancho de las pantallas de aquella época (cuyas resoluciones eran de 640×480 u 800×600 px) sin desbordarse del área visible. Su altura se eligió para ser legible, pero no parecer intrusivo, y debía pesar pocos bytes ya que la velocidad de carga entonces era muy lenta por entonces. Explicado así, parece hasta práctico, ¿verdad? Aunque, a ver… ¿por qué 57 px y no 50, por ejemplo? Otro misterio… El caso es que este famoso banner de AT&T (que, por cierto, tuvo un click-through rate del 44%, una cifra que haría babear a los publicitarios actuales) fue solo el comienzo de algo mucho más siniestro: la proliferación de tamaños que parecen haber sido ideados por alguien con una calculadora rota y una pizca de sadismo. Porque después de aquel primer banner, las cosas solo se volvieron más extrañas. El primer banner lo tenía muy claro: harás clic El IAB y los tamaños estándar: ¿una conspiración global? Ahora que la publicidad online ya había demostrado su potencial para transformar la navegación por internet en una especie de laberinto pixelado, llegó el momento de poner algo de orden. Ahí es donde entra en escena la Interactive Advertising Bureau (IAB), una organización fundada en 1996 y que tenía una misión: establecer una serie de normas y estándares que simplificaran la tarea para los anunciantes. Se supone que su plan era optimizar el espacio web. Pero aquí viene lo divertido: ¿creías que iban a ponértelo fácil? Ja-ja. En serio, ¿quién en su sano juicio diseñaría un banner de 120×600 píxeles? El famoso “Skyscraper” (rascacielos, para los amigos) es ese formato que parece haber sido creado solo para atormentar al mismo tiempo al usuario y al diseñador (¿cómo demonios pones una palabra de más de dos sílabas?). O el “Portrait” de 300×1050, un mastodonte vertical que se planta en el lateral de la pantalla como diciendo “ni de coña me vas a quitar de aquí”. ¿Y qué decir del 728×90, el omnipresente “Megabanner” que te recibe al abrir cualquier página? Sí, parece que el IAB decidió que lo mejor era llenar el espacio con banners demasiado grandes para ignorarlos… y demasiado estrechos o apaisados para que luzca una creatividad. Señores de la IAB, ¿no les parece excesivo? ¿Coincidencia? No lo parece. Porque el IAB continuó estandarizando formatos que, honestamente, parecen más caprichosos que útiles. Y menos para “optimizar el espacio”.Hablamos del incoherente 336×280 o “Large Rectangle”, el gigantesco 970×250 que parece que te va a comer, el abuelete 468×60 que sigue vivo desde los 90 o el minúsculo 234×60, la pesadilla de todo copy. Resulta imposible no pensar que detrás hay una mente trastornada jugando con nuestra paciencia. Están en todas partes. Y en todos los dispositivos Claro que el caos no podía quedarse solo en el mundo de los ordenadores. Con la llegada de los teléfonos móviles, los genios detrás del IAB dijeron: “¿Por qué no empeorar las cosas un poquito más?”. Si no era suficiente lidiar con el 728×90 en el escritorio de tu PC, inventaron el “Mobile Banner”: un 320×50 que parece haber sido pensado para ocupar el mínimo espacio posible en los smartphones pero seguir haciéndote notar el poder de la publicidad. Estás navegando en tu iPhone con una preciosa pantalla Full HD, y de repente aparece un rectangulito de 320×50 en la parte inferior de la pantalla. ¿No es eso pura poesía? Ocupa una franja lo suficientemente pequeña como para no tapar el contenido, pero lo bastante grande para que no puedas dejar de mirarla. Aquí es donde entra la genialidad de los banners móviles. Son eficaces de una manera muy precisa: no son invasivos, pero te fastidian lo justo para que los recuerdes. Además, la publicidad programática y la personalización basada en datos y cookies se han encargado de que te sigan como un perrito fiel. Da igual cuántas veces cierres esa pestaña: el banner te recordará eso que miraste en Amazon hace tres días y te lo mostrará, a pesar de que lo hayas olvidado por completo. ¿Aún no te has convencido de que todo forma parte de un plan maestro? Las tasas de clics: ¿un giro en la historia? Sin embargo, aunque los banners nos persigan como sombras digitales, hay un dato preocupante. Curiosamente, su efectividad ha caído en picado. Hoy en día, la tasa media de clics (CTR) de un banner raramente supera un deprimente 0,5%. ¡Solo medio clic por cada cien impresiones! ¿Por qué siguen proliferando, entonces? Bueno, porque los clics no lo son todo; los banners también generan visibilidad, tienen un alcance masivo, refuerzan la imagen de
Mentoring viene de Mentor
Una de las actividades más en boga en los últimos tiempos es el mentoring, pero no todos lo que la practican saben que se originó hace milenios, en la Grecia Antigua. Se debe a un personaje que aparece en la Odisea de Homero, llamado “Mentor” y cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de alguien que guía y orienta a otro, en el sentido de un consejero sabio o tutor. Este es el relato de los hechos: El guerrero griego Odiseo (Ulises, para los romanos), rey de Ítaca, no tuvo más remedio que unirse al ejército griego y acudir a la guerra de Troya. Como tenía un hijo muy pequeño, Telémaco, le confió su cuidado y educación a su amigo de más confianza, Mentor. La guerra se alargó durante diez años (la Iliada) y, además, Odiseo tardó otros diez años en regresar a su hogar (la Odisea), lo que provocó que Telémaco decidiera emprender su búsqueda. En su aventura, fue acompañado y guiado por Mentor, quien actuó no como maestro, sino como consejero y apoyo moral, encarnando la figura de lo que hoy llamamos “mentor Este episodio mitológico no solo sirve para explicar el origen del término, sino que también destaca una de las funciones más importantes del mentoring en la actualidad: proporcionar orientación y apoyo en momentos cruciales de desarrollo personal y profesional. Al igual que Mentor ayudó a Telémaco a navegar por los desafíos que encontraba en su camino, los mentores de hoy en día ayudan a sus pupilos (mentees) a afrontar los retos y decisiones que se presentan en sus carreras. Diferencias entre mentoring y otras prácticas Es importante no confundir el mentoring con otras prácticas como el coaching o la consultoría. Mientras que un coach se enfoca en mejorar habilidades específicas a través de la motivación y el seguimiento de metas a corto plazo, el mentor se centra en el desarrollo integral del mentee, brindando un acompañamiento a largo plazo que abarca aspectos tanto profesionales como personales. A diferencia de la consultoría, en la que se busca asesorar sobre un problema concreto y proporcionar soluciones específicas, el mentoring es un proceso más bidireccional; el mentor ofrece orientación basada en su experiencia y conocimiento, pero al mismo tiempo aprende de su mentee, es una relación de intercambio mutuo. Tipos de mentoring Existen diferentes modalidades de mentoring, dependiendo del contexto y las necesidades del mentee. En su forma más tradicional, el mentoring es individual y formal, donde un mentor con experiencia guía a un mentee más joven o inexperto en su carrera profesional. Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevos enfoques, como la mentoría inversa, en la que los roles se invierten, y un profesional más joven asesora a uno de mayor edad en áreas donde tiene más conocimiento, como las nuevas tecnologías o tendencias digitales. También existen programas de mentoring grupales, donde un mentor guía a varios mentees simultáneamente, promoviendo el intercambio de ideas y experiencias entre los participantes. Beneficios del mentoring Los beneficios del mentoring son innumerables tanto para el mentor como para el mentee. Para el mentee, contar con la guía de alguien experimentado le ayuda a: Adquirir una visión más clara de su futuro profesional. Mejorar sus habilidades interpersonales, su confianza y su capacidad para tomar decisiones. Para el mentor, el proceso también resulta enriquecedor, ya que le permite: Reflexionar sobre su propia trayectoria. Consolidar sus conocimientos. Redescubrir su pasión por su trabajo a través de la enseñanza. Además, el mentoring contribuye al crecimiento organizacional, ya que favorece la retención de talento, mejora el clima laboral y promueve una cultura de aprendizaje continuo dentro de las empresas. El futuro del mentoring Con la digitalización y el auge del trabajo remoto, el mentoring también ha evolucionado. Ahora es común que la mentoría se realice a través de plataformas virtuales, permitiendo que mentores y mentees puedan conectarse desde cualquier parte del mundo. Estas plataformas han democratizado el acceso al mentoring y logrado que más personas puedan beneficiarse de esta práctica. De cara al futuro, se espera que el mentoring siga desempeñando un papel clave en el desarrollo profesional y personal de las personas. Aunque la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas ya están siendo utilizadas para complementar el trabajo de los mentores, (por ejemplo, ofreciendo análisis de datos y personalización en los programas) la relación humana siempre será el corazón de este proceso tan enriquecedor. El mismo que inspiró Odiseo, en el siglo XII antes de Cristo, encomendando la formación de su hijo Telémaco a su gran amigo Mentor.
¿Por qué las estrategias de employer branding son clave para el éxito de las empresas y su comunicación?
En un entorno empresarial cada vez más competitivo y digitalizado, la forma en que las empresas comunican su identidad y valores es crucial para su éxito. Ya no basta con ofrecer buenos productos o servicios; las compañías deben proyectar una imagen coherente y atractiva tanto para sus clientes como para sus empleados actuales y potenciales. La digitalización ha revolucionado este proceso, permitiendo a las empresas llegar a audiencias más amplias y exigentes, pero también exponiendo su cultura y reputación de forma más directa. ¿Qué es el employer branding? El employer branding es la estrategia que define cómo es percibida una empresa tanto por empleados actuales como por candidatos potenciales. Va más allá de ofrecer un buen salario; de hecho, factores como un buen equilibrio entre vida personal y laboral o un ambiente de trabajo agradable cobran cada vez más importancia a la hora de aceptar un empleo. El employer branding es la combinación de cultura corporativa, comunicación clara y una imagen coherente que atraiga tanto talento como oportunidades comerciales. Un puente entre Recursos Humanos y Marketing y Comunicación El employer branding ha cobrado una relevancia clave en los últimos años: gracias a las herramientas digitales, cualquier candidato o cliente potencial puede acceder fácilmente a información sobre cómo es trabajar en una empresa y sus pros y contras: redes sociales, reseñas y comentarios o incluso evaluaciones de empleados en portales específicos como Indeed o Glassdoor. Y créelo, lo hacen. El 75% de los aspirantes indagan sobre la empresa y los perfiles de sus trabajadores antes de postular a un empleo. Esta evolución obliga a las organizaciones a gestionar su marca empleadora con el mismo cuidado con el que manejan su comunicación de producto. No solo Recursos Humanos debe estar implicado; el departamento de Comunicación y Marketing también juega un papel fundamental para crear y proyectar una imagen de empleador que refleje los valores y la cultura corporativa. Al proyectar una imagen de empresa atractiva, esta estrategia fortalece la reputación de marca, mejora la comunicación interna y externa, y refuerza la confianza tanto del público general como de los empleados. Una empresa que cuida su imagen como empleador también mejora su credibilidad ante clientes, inversores y socios comerciales. En definitiva, el employer branding es ahora una estrategia imprescindible. No solo para atraer y retener talento, sino para fortalecer la reputación corporativa y garantizar la coherencia de la imagen de la empresa en todos sus canales, tanto online como offline. ¿Cómo lo perciben los profesionales en España? En NCA Smart contamos con una amplia experiencia ayudando a empresas a mejorar su imagen como empleadores, tanto dentro como fuera de la compañía, pero hemos querido conocer de primera mano cómo se aplica el employer branding en distintos sectores, cómo influye en la atracción, retención y motivación del talento. Con este objetivo, hemos entrevistado a profesionales clave del mundo de los Recursos Humanos en España, incluyendo responsables de esta área en los ámbitos jurídico, público y headhunters. Además, lanzamos un cuestionario vía LinkedIn a más de 250 expertos para conocer su experiencia con el employer branding. Todas estas experiencias nos han proporcionado una visión clara y actualizada de cómo esta estrategia no solo atrae talento, sino que refuerza la reputación corporativa y contribuye a una mejor comunicación de la cultura empresarial, y nos ha permitido detectar cuáles son las tendencias clave actuales y a corto plazo que ya se están dando en nuestro país. Con toda esta información, hemos elaborado un completo whitepaper sobre los beneficios del employer branding para las empresas y las tendencias en esta materia para este y los próximos años. Si quieres descubrir cómo el employer branding puede mejorar tanto la comunicación interna como la percepción externa de tu empresa, descarga nuestro whitepaper gratuito y transforma tu estrategia de marca empleadora.
¿Por qué la mayoría de las empresas industriales no hacen publicidad creativa?
Cualquier empresa, sea del tipo que sea, debería aspirar a un nivel de excelencia en creatividad publicitaria Tradicionalmente, los productos y servicios de consumo han copado la atención y dedicación de la publicidad, en especial en su vertiente creativa. Basta con mirar las listas y rankings de campañas premiadas en los festivales de creatividad más notables para darse cuenta de los tipos de productos que las protagonizan. Coches, cervezas, desodorantes, móviles, hamburguesas, loterías… La inmensa mayoría, bienes de consumo masivo cuya compra obedece casi siempre a un impulso emocional. Claro, pensarás. “Las típicas grandes empresas que se anuncian en TV y venden productos de consumo rápido, para todo el mundo…” A ver, un momento; ¿estás diciendo que un Audi o un iPhone (por mencionar dos marcas) son baratos o poco tecnológicos? Ese es uno de los errores frecuentes de las empresas industriales. Siempre han pensado que la razón de compra de sus productos era todo lo contrario al impulso. Que obedecían más a criterios racionales, técnicos y financieros. Y, en consecuencia, su presupuesto destinado a publicidad ha sido siempre bastante raquítico. Dicho de otro modo, muy raramente se han fijado en la industria publicitaria. Y esta, tampoco en ellos. Pero el papel de la publicidad (y, específicamente, de la creatividad) va mucho más lejos. Las empresas industriales necesitan generar valor añadido, ya sea percibido como fiabilidad, innovación, profesionalidad, etc. Y en muchos casos, dar solución a problemas técnicos complejos de una forma sencilla. En definitiva, lo que buscan a largo plazo todas las empresas: construir una marca. Esta búsqueda no implica solo a sus clientes directos, por lo general otras empresas (lo que conocemos como B2B). Porque no olvidemos que las empresas las forman personas, no máquinas. Y las personas reaccionan de manera humana a los impactos publicitarios, vengan de donde vengan. Una percepción positiva de una marca puede inclinar la balanza a su favor o facilitar un importante contrato. Una publicidad creativa puede ser el factor decisivo para lograr esa percepción. Esta nueva situación empieza a notarse cada vez más entre las empresas industriales, aunque en NCA llevamos mucho tiempo trabajándola: Sirvan como ejemplo las campañas que hace más de 20 años ya creábamos para productos tecnológicos tan complejos como las aeronaves de EADS/CASA, hoy parte del Grupo AIRBUS. Evidentemente, ningún particular iba a comprarse un cazabombardero Eurofighter, pero la imagen de la marca era y sigue siendo esencial. Es el momento de fabricar ideas Las cosas están cambiando. Hoy en día, la creatividad publicitaria ya no se limita solo a los mass media, fundamentalmente la televisión. Salvo casos puntuales, el streaming ha acabado con las grandes audiencias. Ahora la publicidad se ciñe a los targets y estos, gracias a Internet, pueden definirse si se quiere a un nivel casi microscópico. Por otro lado, las empresas industriales han ampliado sus mercados. Ya no se limitan a su región o país; el mundo entero es su mercado, tienen necesidad de abordarlo y, para ello, lo primero que tienen que hacer es darse a conocer. Y aquí es donde entra la creatividad como actor protagonista. Simplemente a base de ideas, con mayor calidad creativa, las empresas industriales conseguirán sus objetivos de notoriedad en menos tiempo y con menor inversión. El plan no acaba aquí; además de darse a conocer, también necesitan ser reconocidos, un paso imprescindible para diferenciarse en unos mercados por lo general muy competitivos y con muy pocos actores. Es lo que hacemos en NCA Smart con uno de nuestros actuales clientes, Convesa. Se trata de un fabricante español de conductos para chimeneas y evacuación de humos, un sector industrial aparentemente no muy proclive a la creatividad, y en el que la publicidad de todas las empresas es muy similar y bastante gris. Sin embargo, mediante anuncios notorios, coloridos e impactantes hemos “fabricado” para Convesa una imagen de marca identificable, llamativa y que la hace radicalmente diferente de su competencia. Ese es el “milagro” de la creatividad publicitaria, una valiosa herramienta que ninguna empresa industrial debería desdeñar. Smart Outsourcing, una solución muy interesante Para clientes de cualquier sector que, por la razón que sea, no pueden dedicar a su departamento de marketing el tiempo y recursos que necesita, en NCA hemos creado Smart Outsourcing: un servicio de externalización (total o parcial) de las tareas de marketing. Una forma muy práctica y económica de contar con ayuda especializada. NCA The Smart Agency puede prestarte servicios de asesoría estratégica, diseño y creatividad publicitaria, gestión de RRSS, diseño web, producción gráfica y audiovisual, planificación de medios… o únicamente lo que necesites. Por mucho menos de lo que costaría crear, formar y mantener un departamento de marketing en tu empresa, con NCA Smart tendrás un equipo profesional, preparado y comprometido que puede liberarte de mucho trabajo y mejorar en gran medida tu comunicación, tu imagen y tus ventas.
NCA Smart se une a la celebración de los 55 años de VIPS: décadas de creatividad y sabor
NCA The Smart Agency se suma a la celebración del 55º aniversario de VIPS y al homenaje realizado con este motivo a la evolución de su creatividad publicitaria. No podía ser de otra manera, después de haber trabajado durante 20 años para VIPS y el Grupo VIPS (antes Grupo Sigla, y actualmente perteneciente al grupo Alsea). Fuimos su agencia creativa desde 1992 hasta 2013 y, de alguna manera, pioneros del estilo y el tono publicitario de la marca VIPS. Empezamos con una modesta campaña en cabinas telefónicas con motivo del Día del Libro, y a la vista de los excelentes resultados acabamos ocupándonos en exclusiva de su intensa actividad publicitaria durante dos décadas. Rodamos innumerables spots de TV y creamos más de 150 campañas gráficas y de publicidad exterior, una de sus señas de identidad, que inundaban Madrid y otorgaron a VIPS una notoriedad elevadísima dentro del competitivo sector de la restauración. Entre ellas, merecen ser destacadas campañas como “El Acompañante” (la primera promoción 2×1 de la hostelería en España, que prosiguió durante años con titulares como VIPS invita a cenar a medio Madrid” o “Media ciudad quiere cenar con la otra media” o “Vengas con quien vengas, le invitamos a cenar”), otras promociones nunca vistas como “La hora loca”, sus llamativas marquesinas para presentar las nuevas ensaladas y otros platos de VIPS y, en especial, el espectacular lanzamiento 360º del Club VIPS: una pionera campaña de fidelización que supuso un éxito sin precedentes en el marketing y comunicación del sector hostelero y llegó a aglutinar a más de 1.250.000 socios. Para quien tenga curiosidad por conocer algunos de aquellos trabajos, en los siguientes enlaces pueden ver las campañas más significativas que realizamos para VIPS y para el Club VIPS, respectivamente. Ha sido un desafío y un honor poder acompañar a VIPS durante gran parte de su trayectoria. Fue un cliente muy especial para NCA, al que siempre agradeceremos la intuición, valentía y buen hacer de sus responsables de marketing. Y nos alegra profundamente comprobar que los restaurantes VIPS continúan, como titulamos una de nuestras campañas… ¡Más abiertos que nunca!
Las cremas milagrosas no existen
Las cremas rejuvenecedoras no existen Las soluciones milagrosas para rejuvenecer no existen para nadie. Y las marcas no son una excepción. Decir cosas como “un plan que renta mazo” o sacar un satisfyer en tu anuncio no rejuvenece tu marca. Meter entradas aleatorias en tiktok o un concurso de IG en el que para participar tienes que seguir a la marca tampoco. Ofrecer una plataforma de búsqueda de conciertos, entrevistas personales y listas con lo más cool del momento puede ser un camino. Pero solo si esta estrategia es un paso más de la construcción del posicionamiento de marca basado en beneficiar a sus clientes más allá de lo que pueden ofrecer sus productos, como ha hecho un conocido banco. Se puede caer en aquello de “claro, con dinero bien se puede” (por decirlo finamente) y, efectivamente, con dinero se puede hacer todo mucho más grande, pero no necesariamente mejor. Para hacerlo bien no hay que dejarse llevar por productos repentinos que prometen que van a dejar tu marca tan tersa como el culito de un bebe; sabes que no va a funcionar, lo sabes, aunque te dejes el dinerito unas cuantas veces para probarlos. Para rejuvenecer bien hay que seguir, paradójicamente, los consejos de la abuela: hacerlo despacio y paso a paso. Esto es una carrera de fondo, donde la estrategia y la creatividad serán las claves de la futura eficacia. Siempre. Pasa por, primero, mirarnos el ombligo: analizar nuestra marca. Saber dónde estamos exactamente, haciendo un repaso muy profundo del estado actual, nuestro posicionamiento, percepción actual del cliente, fortalezas y debilidades. Por supuesto, no estamos solos en el mercado (ojalá?) así que es muy necesario también observar lo que están haciendo las marcas competidoras y analizar las tendencias del sector. Y cuando ya sabemos quiénes somos y de dónde venimos, toca trabajar el a dónde vamos, el lugar donde nos gustaría estar: redefinir nuestra identidad y conocer a fondo a nuestro target. Esto incluye alinear la misión y valores con las expectativas actuales de los consumidores; asimilar las novedades en nuestro existente ADN; y crear una historia de marca coherente que conecte emocionalmente con nuestro público. Para esa conexión es fundamental saber todo de ellos: no solo cómo hablan, también quiénes son, qué piensan, qué comen, con qué sueñan, qué les repugna, por qué matarían… Con las nuevas bases de nuestra marca establecidas, irán surgiendo nuevos retos… sí, esto es un parar, y OJO SPOILER!: no tiene fin 😊 Hay que revisarlo una y otra vez para no tener que empezar de cero nunca más Recoger y analizar regularmente el feedback de nuestros clientes (actuales y potenciales) acerca de nuestros servicios, imagen… para identificar áreas de mejora y re-ajustar la estrategia de manera flexible y rápida cuando sea necesario. Los aspectos visuales (Logotipo, packaging, web/app) serán el reflejo de toda la investigación realizada, al igual que la presencia digital, contenidos y campañas de marketing. Y toooooodo, como siempre, debe unirse a una experiencia y atención al cliente que asegure su satisfacción final y ese deseado retorno en forma de estrellitas y comentarios positivos en todos los canales. Para concluir, invertir dinero en una campaña flash “rejuvenecedora” basada en estereotipos/expresiones random de una audiencia a la que no conocemos no solo será poco efectivo, sino que puede volver en forma de reacciones negativas por falta de autenticidad. Rejuvenecer no es una meta, sino la consecuencia de un trabajo bien hecho
Pasar por el aro: el branding en los JJOO
Pasar por el aro: el branding en los Juegos Olímpicos Cada 4 años, una ciudad se convierte en el centro del mundo. Durante unas semanas es la anfitriona de miles de deportistas y visitantes y el foco de atención del planeta entero. Y su tarjeta de presentación, su sello distintivo, es un logotipo. Qué responsabilidad, ¿no? ¿Cómo condensar toda la personalidad y la riqueza cultural, histórica y deportiva de una metrópolis en un solo símbolo? ¿Y cómo agradar a todos? Alcaldes, autoridades, COI, organizadores, atletas, medios, opinión pública… 8.000 millones de personas (de culturas y gustos estéticos muy diferentes) van a verlo. Y a juzgarlo. Total, que lo que parecía una oportunidad grandiosa se torna una trampa mortal. El logo se convierte en una cuestión nacional y el diseñador acaba “pasando por el aro” y cediendo a las presiones que llegan de todos lados. Y por eso, querido lector, el hall of fame del branding olímpico está alfombrado de logotipos magníficos y de cagadas monumentales. Acompáñanos a un paseo por los hallazgos y los horrores más sonados del olimpismo moderno. Años 60: empezamos bien No sabemos si fue la carrera espacial, el amor libre o los Beatles, pero lo cierto es que fue una década bastante buena para el diseño olímpico. Roma 1960 optó por emplear a la loba capitalina amamantando a Rómulo y Remo, y en un caso tan insólito como coherente, poner la fecha en números romanos: MCMLX. Bravíssimo. Tokio 1964 sentó las bases de lo que debe ser un logotipo moderno. Limpio, elegante y poderoso, el sol naciente sobre los aros olímpicos simboliza el renacimiento de Japón tras la 2ª Guerra Mundial, y su estilo atemporal influyó en muchos diseños posteriores. Por cierto: los pictogramas de los distintos deportes, esos muñequitos tan familiares hoy, nacieron en Tokio 64. Este “lenguaje universal” fue otra aportación de los nipones. Con México 68, los primeros juegos celebrados en Latinoamérica, llegó uno de los logos más innovadores y aclamados. El diseño de Lance Wyman (ganador del concurso internacional) lo tiene todo: un estilo memorable y psicodélico, ecos del arte indígena, las líneas recuerdan a una pista de atletismo… De los mejores de todos los tiempos. Del minimalismo a los “boicotipos” Es innegable que los logos de Múnich 72 y Montreal 76 están hechos por profesionales. Los dos son minimalistas, limpios y versátiles. El de Múnich fue más arriesgado (y aplaudido) por incorporar una especie de “sol-espiral” abstracto, que supuestamente simboliza la renovación y el espíritu olímpico (o eso dijeron). El de Montreal alarga los aros para simular una pista de atletismo que es, además, la M de Montreal. Simplificar en extremo no es mala idea, aunque quizás ambos son un poco fríos y no se identifican mucho con las ciudades a las que representan. En cambio, en los años siguientes la Guerra Fría hizo estragos y a punto estuvo de acabar con el olimpismo. Como la URSS había invadido Afganistán, EE.UU. promovió un boicot internacional a los Juegos de Moscú 80, al que se sumaron 66 países. Fueron las olimpiadas más devaluadas de la historia. No es que el logotipo tuviera la culpa, pero la verdad es que no podía ser más soviético, rojo y austero. Parece un edificio constructivista (con su estrellaca encima) y es más gélido que Siberia en enero. Y claro, en Los Ángeles 84 la respuesta fue más yanqui que una peli de Rocky. ¿Pusisteis una estrella? Pues nosotros, tres. Y con líneas de movimiento, porque somos los más rápidos del Oeste. Sorry, presidente Reagan, pero el logo era feo, feo a rabiar. Por supuesto, el boicot fue a la inversa y ningún país de la órbita comunista acudió a Los Ángeles. Moraleja: mejor no mezclar el deporte con movidas políticas. Seúl 88 puso un poquito de paz. Y aunque el logo tampoco era nada de otro mundo, al menos usaba elementos de la cultura coreana y aportaba equilibrio y armonía. Soy español, ¿a qué quieres que te gane? Llegamos a los mejores JJOO de la historia: Barcelona 92. ¡Olé! Desde la concepción del logo, dejamos bien claro que éramos un pedazo de país. Por primera vez se usaba la figura de un atleta, hecho con 3 simples trazos. Un logo original, moderno, con personalidad y, qué demonios, más bonito que ninguno. Y si no, véanse los siguientes: el de Atlanta 96 es un horror se mire por donde se mire, triste, antiguo y oscuro; el de Sidney 2000, una copia descarada del de Barcelona (por más que le metieran detallitos aborígenes para justificarlo). El de Atenas 2004, con su corona de olivo y su fondito en plan azul repintado es infantil y olvidable. Y el de Pekín 2008… no sé qué significará, pero es espantoso (y la tipo, ilegible). Resumiendo: para chulos, nosotros. Plagios, polémicas y escándalos Pero Lisa… ¿qué estas haciendo? En la última década, algunos perdieron el Norte. Entre extravagancias, controversias y plagios vergonzosos, los logos de las tres siguientes olimpiadas batieron todos los récords de críticas negativas. Londres 2012 quiso dárselas de moderno con unos números vibrantes y angulosos que pretendían representar a los 5 continentes. Pero se pasaron de audaces. Los comentarios más suaves fueron “confuso”, “feo”, o “caro” (costó 400.000 libras). Los más hirientes, que parecía una esvástica nazi… o Lisa Simpson en pleno sexo oral. En fin, que los británicos se lucieron. Luego vino Rio 2016, cuyo logo fue acusado de ser un plagio de dos anteriores: el de la Fundación Telluride (EE.UU) y el de los carnavales de Salvador de 2004. Las semejanzas son evidentes, aunque todos ellos parecen inspirados en el cuadro “La danza” de Matisse… ¿Tú qué opinas? Juego de observación: encuentre las 7 diferencias Mucho peor le fue a Tokio 2020. El logo ganador fue demandado por el Théàtre de Liège (la similitud es notable) y el Comité olímpico japonés decidió retirarlo de inmediato y convocar un nuevo concurso. Sabia decisión, porque el logo final resultó ser bastante más digno (aunque también tiene un aire